Mitos y Realidades sobre el Private Equity ¿Te van a quitar el negocio?
- Octavio Ariza
- 12 feb
- 3 Min. de lectura
Cuando los empresarios escuchan hablar de Private Equity (PE), muchas veces surgen dudas y preocupaciones. Una de las más comunes es el miedo a perder el control del negocio. "Si vendo parte de mi empresa, ¿me quedaré sin voz ni voto?", "¿Los inversores cambiarán todo lo que he construido?". En este artículo, desmontamos los mitos más frecuentes y explicamos la realidad de trabajar con inversores de Private Equity.
Mito 1: "El Private Equity quiere tomar el control total y despedirme"
Realidad: Ni en participaciones minoritarias, donde es obvio que no, ni en adquisiciones mayoritarias. Los fondos necesitan a los socios vendedores, ya sea para que sigan dirigiendo la empresa hasta una futura venta o para realizar una transición ordenada si los vendedores no desean continuar en el día a día. Más que comprar una empresa, el Private Equity invierte en un plan de negocio y en los recursos de capital y humanos necesarios para ejecutarlo con éxito. Es poco común que el PE compre el 100% ya que necesita estar alineado con la directiva a nivel accionarial
Mito 2: "Los fondos de PE solo buscan exprimir la empresa y venderla rápido"
Realidad: Los fondos tienen un objetivo de inversión temporal que suele

situarse en torno a 5 años. Durante ese tiempo la empresa tiene que crecer para venderla a un precio mayor para poder rentabilizar la inversión. La empresa tiene que estar lo mejor posible llegado ese momento, a nivel financiero, profesionalización, implantación de sistemas informáticos. Es todo lo contrario a exprimir, ya que se trata de mejorar, de hecho la mayoría de fondos no permiten el reparto de dividendos sino que los reinvierten todo hasta el momento de la venta futura.
Mito 3: "Voy a perder totalmente la autonomía en la toma de decisiones"
Realidad: En operaciones donde el empresario sigue siendo accionista y gestor, el PE no gestiona el día a día. Su rol es aportar capital, ayudar a profesionalizar la empresa y dar acceso a nuevas oportunidades desde el Consejo de Administración. Las decisiones estratégicas se toman en conjunto, y los empresarios mantienen un rol clave. Las decisiones que necesiten una mayoría simple o cualificada se establecen en el pacto de accionistas.
Mito 4: "El proceso de venta es muy complejo y no merece la pena"
Realidad: Como cualquier operación corporativa, requiere preparación, pero con el asesoramiento adecuado, el proceso puede ser fluido y estructurado. La ventaja clara respecto a otro tipo de inversor/comprador es que el PE es mucho más eficaz ya que son profesionales de la inversión que realizan estas operaciones diariamente a diferencia de un comprador como pudiera ser un competidor. El proceso de revisión y confidencialidad es mucho amigable ya que no hay riesgo de que busquen información sensible para hacer la competencia.
Conclusión
El Private Equity no es un depredador que entra a desmantelar empresas. Al contrario, su interés radica en potenciar el crecimiento de los negocios en los que invierte. Para un empresario que quiere profesionalizar su empresa para llevarla al siguiente nivel, el PE es un aliado clave.
La entrada de inversores es un paso natural para cualquier empresa que adquiera cierto tamaño.
Si estás considerando abrir tu empresa a inversores, la clave está en entender bien las opciones, estructurar la operación correctamente y elegir el socio adecuado. Un asesor experto puede ayudarte a maximizar el valor de la transacción y evitar sorpresas en el proceso.
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